COMUNICADO ASES-UO: Ingreso Guardia Civil Prisión Militar
Publicado: 29 Ene 2015, 15:33
GUARDIA CIVIL INGRESA EN ALCALÁ MECO POR UNA SANCIÓN DESPROPORCIONADA
Las asociaciones de mandos de la Guardia Civil Unión de Oficiales (UO) y Asociación de Suboficiales (ASES-GC) quieren manifestar públicamente su desacuerdo con el ingreso hoy en prisión de un guardia civil por insultar a un superior.
En concreto, según figura en el sumario, le dijo “Maricón, no tienes huevos, lo que me tengas que decir me lo dices a la cara no mandes a nadie”, expresión que el Tribunal Supremo considera “significativamente ofensiva por injuriosa, afrentosa y desmerecedora” y en consecuencia, constitutiva de delito condenándole a cuatro meses de prisión que habrá de cumplir en la cárcel de Alcalá Meco.
Nadie pone en duda que la conducta del guardia civil es reprochable y que, por tanto, debe ser objeto de sanción pero que ésta sea el ingreso en la cárcel es algo que consideramos completamente desproporcionado.
La Ley Orgánica 12/2007, que regula el régimen disciplinario en la Guardia Civil, permite imponer sanciones como la suspensión de empleo y sueldo (de un día hasta seis años) o la pérdida de destino, mucho más acordes para castigar a quien infringe la disciplina en el Cuerpo o falta a un compañero, bien sea superior, homólogo o subordinado.
Es más, incluso resulta paradójico que al que comete una infracción disciplinaria se le pueda expulsar del Cuerpo y al que comete un delito militar se le impongan cuatro meses de prisión tras los que continuará en su puesto de trabajo sin mayor trascendencia.
Con ello se dan situaciones rocambolescas, como que personas implicadas en casos de corrupción o condenados por terrorismo estén libres en la calle mientras que un guardia civil se ve obligado a entrar en prisión… por un insulto.
Insistimos en que la conducta del agente es reprochable pero no debería serlo mediante este tipo de condenas que no solo afectan al guardia civil al que convierten en un delincuente, sino que arrastran a toda su familia.
Dudamos que el Legislador pretendiese provocar este tipo de situaciones por lo que ahora que se tramita en las Cortes la reforma del Código Penal Militar es el momento de poner remedio y buscar soluciones para que no se repitan.
En Madrid, a 29 de enero de 2015.
Las asociaciones de mandos de la Guardia Civil Unión de Oficiales (UO) y Asociación de Suboficiales (ASES-GC) quieren manifestar públicamente su desacuerdo con el ingreso hoy en prisión de un guardia civil por insultar a un superior.
En concreto, según figura en el sumario, le dijo “Maricón, no tienes huevos, lo que me tengas que decir me lo dices a la cara no mandes a nadie”, expresión que el Tribunal Supremo considera “significativamente ofensiva por injuriosa, afrentosa y desmerecedora” y en consecuencia, constitutiva de delito condenándole a cuatro meses de prisión que habrá de cumplir en la cárcel de Alcalá Meco.
Nadie pone en duda que la conducta del guardia civil es reprochable y que, por tanto, debe ser objeto de sanción pero que ésta sea el ingreso en la cárcel es algo que consideramos completamente desproporcionado.
La Ley Orgánica 12/2007, que regula el régimen disciplinario en la Guardia Civil, permite imponer sanciones como la suspensión de empleo y sueldo (de un día hasta seis años) o la pérdida de destino, mucho más acordes para castigar a quien infringe la disciplina en el Cuerpo o falta a un compañero, bien sea superior, homólogo o subordinado.
Es más, incluso resulta paradójico que al que comete una infracción disciplinaria se le pueda expulsar del Cuerpo y al que comete un delito militar se le impongan cuatro meses de prisión tras los que continuará en su puesto de trabajo sin mayor trascendencia.
Con ello se dan situaciones rocambolescas, como que personas implicadas en casos de corrupción o condenados por terrorismo estén libres en la calle mientras que un guardia civil se ve obligado a entrar en prisión… por un insulto.
Insistimos en que la conducta del agente es reprochable pero no debería serlo mediante este tipo de condenas que no solo afectan al guardia civil al que convierten en un delincuente, sino que arrastran a toda su familia.
Dudamos que el Legislador pretendiese provocar este tipo de situaciones por lo que ahora que se tramita en las Cortes la reforma del Código Penal Militar es el momento de poner remedio y buscar soluciones para que no se repitan.
En Madrid, a 29 de enero de 2015.