Un proyecto político para modernización de la Guardia Civil
Publicado: 02 Jun 2016, 22:55
Un proyecto político para la modernización de la Guardia Civil
Se ha dicho muchas veces que la Guardia Civil se ha caracterizado a lo largo de su historia por su capacidad de adaptación a la sociedad en la que se desenvuelve y de ahí su éxito por muy diferente que sea la realidad política o social de cada momento. Y hay mucho de cierto en esa afirmación. En casi todas las ocasiones ha sido la propia inercia de la sociedad la que ha provocado esos cambios y muy pocas veces ha sido la propia Institución la que se ha adelantado a esa necesidad provocando con ello retrasos injustificados y clamorosos en la adquisición de derechos para los miembros de la Guardia Civil que otros ciudadanos disfrutaban desde hace años.
Los guardias civiles y sus familias son los que han sufrido las consecuencias de esta premeditada ralentización y estancamiento en la adquisición de derechos básicos como si estos fueran realidades eternas, inmutables. Tiene mucho que ver en este estancamiento el miedo a hacer de la Guardia Civil un ente distinto a lo que siempre fue y para lo que se concibió, sin duda por temor a perderlo. Así, se han producido toda suerte de arbitrariedades e injusticias amparándose en un orden jurídico que no reconocía más que la pura voluntad del legislador.
Han contribuido a este estado de cosas no solo los mandos del Cuerpo sino también el poder político-legislativo que no se ha atrevido a dar un paso claro y decidido para dotar a la Guardia Civil de un verdadero proyecto de modernización y cuando tímidamente se ha hecho, entre otras cosas porque toda la legislación europea así lo demandaba, se ha procurado ralentizarlo al máximo utilizando todas las trabas posibles en el orden interno.
En el estado actual, la posición de la Guardia Civil es muy débil pues el despliegue territorial ya no se sostiene sino con la bandera de España ondeando en cuarteles cerrados y con muy pocos efectivos. Este furor por mantener un despliegue territorial decimonónico únicamente se justifica por el mismo miedo a hacer de la Guardia Civil algo distinto, a perderla.
Los derechos no son realidades eternas, son fenómenos históricos y es ahí donde deben ser ubicados. Los derechos deben irse adaptando progresivamente a las nuevas realidades y sentimientos y tenerlos muy presentes como fundamento de la legalidad.
SE PUEDE LEER EL DOCUMENTO COMPLETO PICANDO EN EL SIGUIENTE ENLACE:
http://www.unionoficiales.org/index.php ... chivo=1269
Se ha dicho muchas veces que la Guardia Civil se ha caracterizado a lo largo de su historia por su capacidad de adaptación a la sociedad en la que se desenvuelve y de ahí su éxito por muy diferente que sea la realidad política o social de cada momento. Y hay mucho de cierto en esa afirmación. En casi todas las ocasiones ha sido la propia inercia de la sociedad la que ha provocado esos cambios y muy pocas veces ha sido la propia Institución la que se ha adelantado a esa necesidad provocando con ello retrasos injustificados y clamorosos en la adquisición de derechos para los miembros de la Guardia Civil que otros ciudadanos disfrutaban desde hace años.
Los guardias civiles y sus familias son los que han sufrido las consecuencias de esta premeditada ralentización y estancamiento en la adquisición de derechos básicos como si estos fueran realidades eternas, inmutables. Tiene mucho que ver en este estancamiento el miedo a hacer de la Guardia Civil un ente distinto a lo que siempre fue y para lo que se concibió, sin duda por temor a perderlo. Así, se han producido toda suerte de arbitrariedades e injusticias amparándose en un orden jurídico que no reconocía más que la pura voluntad del legislador.
Han contribuido a este estado de cosas no solo los mandos del Cuerpo sino también el poder político-legislativo que no se ha atrevido a dar un paso claro y decidido para dotar a la Guardia Civil de un verdadero proyecto de modernización y cuando tímidamente se ha hecho, entre otras cosas porque toda la legislación europea así lo demandaba, se ha procurado ralentizarlo al máximo utilizando todas las trabas posibles en el orden interno.
En el estado actual, la posición de la Guardia Civil es muy débil pues el despliegue territorial ya no se sostiene sino con la bandera de España ondeando en cuarteles cerrados y con muy pocos efectivos. Este furor por mantener un despliegue territorial decimonónico únicamente se justifica por el mismo miedo a hacer de la Guardia Civil algo distinto, a perderla.
Los derechos no son realidades eternas, son fenómenos históricos y es ahí donde deben ser ubicados. Los derechos deben irse adaptando progresivamente a las nuevas realidades y sentimientos y tenerlos muy presentes como fundamento de la legalidad.
SE PUEDE LEER EL DOCUMENTO COMPLETO PICANDO EN EL SIGUIENTE ENLACE:
http://www.unionoficiales.org/index.php ... chivo=1269