[align=justify]LA UNIÓN DE OFICIALES SE PERSONARÁ EN EL PROCESO JUDICIAL POR LA EXPLOSIÓN DE VALDEMORO
La Unión de Oficiales (UO) se personará en las actuaciones judiciales que se instruyen con ocasión de la explosión en el SEDEX de la Guardia Civil en Valdemoro y que costó la vida a un miembro de la Guardia Civil.
La Unión de Oficiales (UO) ha dado instrucciones a sus servicios jurídicos para personarse en el procedimiento judicial iniciado por el Juzgado de Instrucción de Valdemoro a raíz de la explosión que tuvo lugar la semana pasada en el Servicio de Desactivación de Explosivos de la citada localidad y que, desgraciadamente, causó la muerte del Subteniente D. Francisco Morcillo Moya.
La Unión de Oficiales (UO) asume como propia la obligación de evitar que sucesos como éste, que ha costado la vida de un compañero y puesto en evidente riesgo la de otros muchos, vuelvan a repetirse.
Esta asociación profesional no puede hacer oídos sordos ante el malestar existente entre los guardias civiles afectados y dada la posibilidad de que, con anterioridad al incidente, existiesen en la Dirección General, informes que alertaban de la peligrosidad de las instalaciones sin que se hubiese hecho nada para remediarlo.[/align]
En cualquier caso, para la Unión de Oficiales (UO) resulta como mínimo incomprensible que en los bajos de dicho edificio se almacenaran explosivos en cantidad suficiente como para provocar los daños que han sufrido las instalaciones, máxime si se tiene en cuenta que las plantas superiores están ocupadas por oficinas.
Por ello, ante la falta de explicaciones de la Dirección General y del Ministerio del Interior, la Unión de Oficiales (UO) entiende que es necesario poder llegar al conocimiento de la verdad y exigir el cumplimiento de las responsabilidades oportunas si hubiese lugar a ello, en defensa de los intereses no sólo de los oficiales sino de los Guardias Civiles en general. Y es que cualquier guardia civil, independientemente de su empleo, podría haber sido víctima, pues ni las desgracias ni, en su caso, las negligencias, entienden de empleos o categorías.
La personación de la Unión de Oficiales (UO) pretender ser garante de la investigación, persiguiendo se llegue hasta el último extremo y se exijan responsabilidades, si es que las hay, a quién tuvo la posibilidad de evitar una muerte innecesaria, lesiones a otros tantos compañeros y la ruina de uno de nuestros edificios que habrá que reparar con el dinero de todos.
[align=center]Madrid, 6 de JULIO de 2010
JUNTA DIRECTIVA UNION DE OFICIALES GUARDIA CIVIL PROFESIONAL[/align]
La Unión de Oficiales se personará en las actuaciones
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Re: La Unión de Oficiales se personará en las actuaciones
La Unión de Oficiales se personará en la causa por la muerte de un guardia civil en el cuartel de Valdemoro
MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Unión de Oficiales de la Guardia Civil ha anunciado este martes que se personará en la causa judicial abierta en relación con la muerte de un agente en la explosión accidental en el cuartel de Valdemoro (Madrid) la semana pasada, que causó además heridas a otras doce personas. Esta asociación denuncia que la Dirección General desatendió los informes que alertaban de la peligrosidad de las instalaciones.
"Esta asociación profesional no puede hacer oídos sordos ante el malestar existente entre los guardias civiles afectados y dada la posibilidad de que, con anterioridad al incidente, existiesen en la Dirección General, informes que alertaban de la peligrosidad de las instalaciones sin que se hubiese hecho nada para remediarlo", denuncian a través de un comunicado.
Según explica la OU, resulta "incomprensible que en los bajos de dicho edificio se almacenaran explosivos en cantidad suficiente como para provocar los daños que han sufrido las instalaciones, máxime si se tiene en cuenta que las plantas superiores están ocupadas por oficinas".
En ese sentido, "ante la falta de explicaciones de la Dirección General y del Ministerio del Interior", la Unión de Oficiales UO entiende que es necesario poder "llegar al conocimiento de la verdad y exigir el cumplimiento de las responsabilidades oportunas si hubiese lugar a ello, en defensa de los intereses no sólo de los oficiales sino de los Guardias Civiles en general".
"Y es que cualquier guardia civil, independientemente de su empleo, podría haber sido víctima, pues ni las desgracias ni, en su caso, las negligencias, entienden de empleos o categorías. La personación de la Unión de Oficiales UO pretender ser garante de la investigación, persiguiendo se llegue hasta el último extremo y se exijan responsabilidades, si es que las hay, a quién tuvo la posibilidad de evitar una muerte innecesaria, lesiones a otros tantos compañero", zanja la nota.
EUROPAPRESS
MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Unión de Oficiales de la Guardia Civil ha anunciado este martes que se personará en la causa judicial abierta en relación con la muerte de un agente en la explosión accidental en el cuartel de Valdemoro (Madrid) la semana pasada, que causó además heridas a otras doce personas. Esta asociación denuncia que la Dirección General desatendió los informes que alertaban de la peligrosidad de las instalaciones.
"Esta asociación profesional no puede hacer oídos sordos ante el malestar existente entre los guardias civiles afectados y dada la posibilidad de que, con anterioridad al incidente, existiesen en la Dirección General, informes que alertaban de la peligrosidad de las instalaciones sin que se hubiese hecho nada para remediarlo", denuncian a través de un comunicado.
Según explica la OU, resulta "incomprensible que en los bajos de dicho edificio se almacenaran explosivos en cantidad suficiente como para provocar los daños que han sufrido las instalaciones, máxime si se tiene en cuenta que las plantas superiores están ocupadas por oficinas".
En ese sentido, "ante la falta de explicaciones de la Dirección General y del Ministerio del Interior", la Unión de Oficiales UO entiende que es necesario poder "llegar al conocimiento de la verdad y exigir el cumplimiento de las responsabilidades oportunas si hubiese lugar a ello, en defensa de los intereses no sólo de los oficiales sino de los Guardias Civiles en general".
"Y es que cualquier guardia civil, independientemente de su empleo, podría haber sido víctima, pues ni las desgracias ni, en su caso, las negligencias, entienden de empleos o categorías. La personación de la Unión de Oficiales UO pretender ser garante de la investigación, persiguiendo se llegue hasta el último extremo y se exijan responsabilidades, si es que las hay, a quién tuvo la posibilidad de evitar una muerte innecesaria, lesiones a otros tantos compañero", zanja la nota.
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Re: La Unión de Oficiales se personará en las actuaciones
LOS FAMILIARES DEL SUBTENIENTE DE LA GUARDIA CIVIL FALLECIDO EN LA EXPLOSIÓN DE VALDEMORO ENCARGAN A SUÁREZ- VALDES SE SU PERSONACIÓN COMO ACUSACIÓN PARTICULAR EN LA CAUSA, DENUNCIANDO GRAVES DEFICIENCIAS DE SEGURIDAD EN LAS INSTALACIONES.
El subteniente de la Guardia Civil Francisco Morcillo Moya, de 61 años, falleció a consecuencia de la explosión ocurrida en el sótano del edificio ubicado en el acuartelamiento de Valdemoro.
La familia del fallecido se ha personado en la causa seguida, en esclarecimiento de los hechos, ante el Juzgado de Instrucción nº 1 de Valdemoro. Según denuncian los hijos del fallecido, la versión dada por la Guardia Civil en un primer momento, no se ajustaría a la verdad de los hechos acaecidos, ya que su padre no estaría dando ningún tipo de clase sobre explosivos, sino intentando evacuar las instalaciones, una vez detectado el inicio del fuego desatado, al encontrarse en situación de reserva y no tener encomendadas esas funciones formativas, que estaban siendo desarrolladas en ese momento por otros dos miembros del Cuerpo.
Consultado Antonio Suárez-Valdés, letrado defensor de la familia, esta denuncia igualmente que en la edificación donde se produjo la explosión, se encontraba ubicada una instalación de alto riesgo como es el almacén de explosivos de los Tedax y de la unidad NRBQ y el depósito judicial de explosivos, que carecía presuntamente de las medidas de seguridad necesarias para este tipo de instalaciones. Según informaciones recabadas, dichos depósitos llegaban a albergar periódicamente significativas cantidades de explosivos, por lo que necesariamente debieran de haber precisado una adaptación a la normativa sobre seguridad de almacenes de explosivos, que al parecer no se producía. Según se desprende del estudio de los planos del edificio, la instalación, que se encontraba ubicada en los bajos de una construcción sobre la que trabajaban cientos de agentes, carecía presuntamente de las condiciones estructurales adecuadas, no contaba con salida de emergencia, extinción automática de incendios y las bocas de incendio no funcionaban, lo cual obligó a los bomberos a tener que extinguir el incendio provocado utilizando el agua de una piscina cercana.
Todos estos hechos hacen que, dada la alta ocupación del edificio donde se produjo la explosión, el siniestro hubiera podido convertirse en una auténtica masacre, ya que la explosión habría sido de tal magnitud que habría llegado a romper el forjado superior de la planta y la totalidad de la tabiquería de las zonas adyacentes, amén de provocar un incendio de importantes dimensiones. Es mas un grupo de alumnos que se encontraban junto al almacén donde se produjo la deflagración, tuvieron que ser evacuados por una ventana trasera, cuyas rejas se tuvieron que romper por los agentes presentes en el exterior, viviéndose momentos de absoluta angustia.
Según el croquis de las instalaciones acompañado por la familia a la causa, el Subteniente Morcillo Moya, que padecía la enfermedad de párkinson que reducía su movilidad, habría fallecido aplastado por la onda expansiva de la explosión cuando intentaba evacuar su oficina, ubicada al fondo de la instalación y sin que le hubiera dado tiempo material para ponerse a salvo, dada la longitud del recorrido de evacuación. El conocimiento de estas circunstancias y el presunto intento de la Guardia Civil por encubrir la situación, ha provocado la indignación de la familia del finado que se ha personado en las actuaciones judiciales para exigir las responsabilidades correspondientes.
Dto. de comunicacion Gabinete Juridico Suarez-Valdes
El subteniente de la Guardia Civil Francisco Morcillo Moya, de 61 años, falleció a consecuencia de la explosión ocurrida en el sótano del edificio ubicado en el acuartelamiento de Valdemoro.
La familia del fallecido se ha personado en la causa seguida, en esclarecimiento de los hechos, ante el Juzgado de Instrucción nº 1 de Valdemoro. Según denuncian los hijos del fallecido, la versión dada por la Guardia Civil en un primer momento, no se ajustaría a la verdad de los hechos acaecidos, ya que su padre no estaría dando ningún tipo de clase sobre explosivos, sino intentando evacuar las instalaciones, una vez detectado el inicio del fuego desatado, al encontrarse en situación de reserva y no tener encomendadas esas funciones formativas, que estaban siendo desarrolladas en ese momento por otros dos miembros del Cuerpo.
Consultado Antonio Suárez-Valdés, letrado defensor de la familia, esta denuncia igualmente que en la edificación donde se produjo la explosión, se encontraba ubicada una instalación de alto riesgo como es el almacén de explosivos de los Tedax y de la unidad NRBQ y el depósito judicial de explosivos, que carecía presuntamente de las medidas de seguridad necesarias para este tipo de instalaciones. Según informaciones recabadas, dichos depósitos llegaban a albergar periódicamente significativas cantidades de explosivos, por lo que necesariamente debieran de haber precisado una adaptación a la normativa sobre seguridad de almacenes de explosivos, que al parecer no se producía. Según se desprende del estudio de los planos del edificio, la instalación, que se encontraba ubicada en los bajos de una construcción sobre la que trabajaban cientos de agentes, carecía presuntamente de las condiciones estructurales adecuadas, no contaba con salida de emergencia, extinción automática de incendios y las bocas de incendio no funcionaban, lo cual obligó a los bomberos a tener que extinguir el incendio provocado utilizando el agua de una piscina cercana.
Todos estos hechos hacen que, dada la alta ocupación del edificio donde se produjo la explosión, el siniestro hubiera podido convertirse en una auténtica masacre, ya que la explosión habría sido de tal magnitud que habría llegado a romper el forjado superior de la planta y la totalidad de la tabiquería de las zonas adyacentes, amén de provocar un incendio de importantes dimensiones. Es mas un grupo de alumnos que se encontraban junto al almacén donde se produjo la deflagración, tuvieron que ser evacuados por una ventana trasera, cuyas rejas se tuvieron que romper por los agentes presentes en el exterior, viviéndose momentos de absoluta angustia.
Según el croquis de las instalaciones acompañado por la familia a la causa, el Subteniente Morcillo Moya, que padecía la enfermedad de párkinson que reducía su movilidad, habría fallecido aplastado por la onda expansiva de la explosión cuando intentaba evacuar su oficina, ubicada al fondo de la instalación y sin que le hubiera dado tiempo material para ponerse a salvo, dada la longitud del recorrido de evacuación. El conocimiento de estas circunstancias y el presunto intento de la Guardia Civil por encubrir la situación, ha provocado la indignación de la familia del finado que se ha personado en las actuaciones judiciales para exigir las responsabilidades correspondientes.
Dto. de comunicacion Gabinete Juridico Suarez-Valdes
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Re: La Unión de Oficiales se personará en las actuaciones
La familia del Guardia Civil fallecido en Valdemoro denuncia deficiencias de seguridad
22-07-2010 - MDO/AGENCIAS
Los familiares del subteniente de la Guardia Civil Francisco Morcillo Moya, fallecido en la explosión de Valdemoro del pasado 29 de junio se han personado como acusación particular en la causa que instruye el Juzgado de Instrucción número 1 de Valdemoro. Exigen responsabilidades al denunciar la existencia de deficiencias de seguridad.
Según denuncian los hijos del fallecido, la versión de la Guardia Civil "no se ajustaría a la verdad de los hechos acaecidos", ya que su padre no estaría dando ningún tipo de clase sobre explosivos, sino intentando evacuar las instalaciones, una vez detectado el inicio del fuego desatado.
Según el croquis de las instalaciones acompañado por la familia a la causa, el subteniente Morcillo Moya, que padecía la enfermedad de párkinson, habría fallecido aplastado por la onda expansiva de la explosión cuando intentaba evacuar su oficina, ubicada al fondo de la instalación y sin que le hubiera dado tiempo material para ponerse a salvo, dada la longitud del recorrido de evacuación.
Los hijos sostienen que su padre se encontraba en situación de reserva y no tenía encomendadas esas funciones formativas, que estaban siendo desarrolladas en ese momento por otros dos miembros del Cuerpo. El abogado de la familia, Antonio Suárez-Valdés, cree que en la edificación donde se produjo la explosión se encontraba ubicada una instalación de alto riesgo como es el almacén de explosivos de los Tedax y de la unidad NRBQ y el depósito judicial de explosivos, que carecía presuntamente de las medidas de seguridad necesarias para este tipo de instalaciones.
El letrado sostiene que estos depósitos llegaban a albergar periódicamente significativas cantidades de explosivos, por lo que "necesariamente debieran de haber precisado una adaptación a la normativa sobre seguridad de almacenes de explosivos, que al parecer no se producía".
Según los planos del edificio, la instalación, que se encontraba ubicada en los bajos de una construcción sobre la que trabajaban cientos de agentes, "carecía presuntamente de las condiciones estructurales adecuadas, no contaba con salida de emergencia, extinción automática de incendios y las bocas de incendio no funcionaban, lo cual obligó a los bomberos a tener que extinguir el incendio provocado utilizando el agua de una piscina cercana".
"Todos estos hechos hacen que, dada la alta ocupación del edificio donde se produjo la explosión, el siniestro hubiera podido convertirse en una auténtica masacre, ya que la explosión habría sido de tal magnitud que habría llegado a romper el forjado superior de la planta y la totalidad de la tabiquería de las zonas adyacentes, amén de provocar un incendio de importantes dimensiones", denuncia el abogado.
Madriddiario
22-07-2010 - MDO/AGENCIAS
Los familiares del subteniente de la Guardia Civil Francisco Morcillo Moya, fallecido en la explosión de Valdemoro del pasado 29 de junio se han personado como acusación particular en la causa que instruye el Juzgado de Instrucción número 1 de Valdemoro. Exigen responsabilidades al denunciar la existencia de deficiencias de seguridad.
Según denuncian los hijos del fallecido, la versión de la Guardia Civil "no se ajustaría a la verdad de los hechos acaecidos", ya que su padre no estaría dando ningún tipo de clase sobre explosivos, sino intentando evacuar las instalaciones, una vez detectado el inicio del fuego desatado.
Según el croquis de las instalaciones acompañado por la familia a la causa, el subteniente Morcillo Moya, que padecía la enfermedad de párkinson, habría fallecido aplastado por la onda expansiva de la explosión cuando intentaba evacuar su oficina, ubicada al fondo de la instalación y sin que le hubiera dado tiempo material para ponerse a salvo, dada la longitud del recorrido de evacuación.
Los hijos sostienen que su padre se encontraba en situación de reserva y no tenía encomendadas esas funciones formativas, que estaban siendo desarrolladas en ese momento por otros dos miembros del Cuerpo. El abogado de la familia, Antonio Suárez-Valdés, cree que en la edificación donde se produjo la explosión se encontraba ubicada una instalación de alto riesgo como es el almacén de explosivos de los Tedax y de la unidad NRBQ y el depósito judicial de explosivos, que carecía presuntamente de las medidas de seguridad necesarias para este tipo de instalaciones.
El letrado sostiene que estos depósitos llegaban a albergar periódicamente significativas cantidades de explosivos, por lo que "necesariamente debieran de haber precisado una adaptación a la normativa sobre seguridad de almacenes de explosivos, que al parecer no se producía".
Según los planos del edificio, la instalación, que se encontraba ubicada en los bajos de una construcción sobre la que trabajaban cientos de agentes, "carecía presuntamente de las condiciones estructurales adecuadas, no contaba con salida de emergencia, extinción automática de incendios y las bocas de incendio no funcionaban, lo cual obligó a los bomberos a tener que extinguir el incendio provocado utilizando el agua de una piscina cercana".
"Todos estos hechos hacen que, dada la alta ocupación del edificio donde se produjo la explosión, el siniestro hubiera podido convertirse en una auténtica masacre, ya que la explosión habría sido de tal magnitud que habría llegado a romper el forjado superior de la planta y la totalidad de la tabiquería de las zonas adyacentes, amén de provocar un incendio de importantes dimensiones", denuncia el abogado.
Madriddiario
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Re: La Unión de Oficiales se personará en las actuaciones
La familia del guardia civil fallecido en Valdemoro denuncia inseguridad
Europa Press | Madrid
Actualizado jueves 22/07/2010 13:24 horas
Los familiares del subteniente de la Guardia Civil Francisco Morcillo Moya, de 61 años, fallecido en la explosión de Valdemoro del pasado 29 de junio se han personado como acusación particular en la causa que instruye el Juzgado de Instrucción número 1 de Valdemoro para exigir responsabilidades al denunciar la existencia de graves deficiencias de seguridad en las instalaciones.
El pasado 29 de junio se produjo una explosión en el sótano del edificio denominado MACEN, donde se hallaba el almacén de explosivos de los Tedax y de la unidad NRBQ. Como consecuencia de la explosición, murió un guardia civil y otros 17 resultaron heridos.
Según denuncian los hijos del fallecido, la versión de la Guardia Civil "no se ajustaría a la verdad de los hechos acaecidos", ya que su padre se encontraba en situación de reserva y no estaba dando ningún tipo de clase sobre explosivos sino que tras la explosión estaba evacuando las instalaciones, una vez desatado el fuego.
Según el croquis de las instalaciones presentado porla familia, el subteniente Morcillo Moya, que padecía la enfermedad de párkinson que reducía su movilidad, habría fallecido aplastado por la onda expansiva de la explosión cuando intentaba evacuar su oficina sin que le diera tiempo material para ponerse a salvo, dada la longitud del recorrido de evacuación.
El abogado de la familia, Antonio Suárez-Valdés, cree que en el edificio donde se produjo la explosión se encontraba el almacén de explosivos de los Tedax y de la unidad NRBQ y el depósito judicial de explosivos, que carecía presuntamente de las medidas de seguridad necesarias para este tipo de instalaciones.
Almacén de explosivos
El letrado sostiene que estos depósitos llegaban a albergar significativas cantidades de explosivos, por lo que "necesariamente debieran de haber precisado una adaptación a la normativa sobre seguridad de almacenes de explosivos, que al parecer no se producía".
Según los planos del edificio, la instalación, que se encontraba ubicada en los bajos de una construcción sobre la que trabajaban cientos de agentes, "no contaba con salida de emergencia, extinción automática de incendios y las bocas de incendio no funcionaban, lo cual obligó a los bomberos a tener que extinguir el incendio utilizando el agua de una piscina cercana".
"Es más un grupo de alumnos que se encontraba junto al almacén donde se produjo la deflagración, tuvo que ser evacuado por una ventana trasera, cuyas rejas se tuvieron que romper por los agentes presentes en el exterior, viviéndose momentos de absoluta angustia", añade.
El Mundo
Europa Press | Madrid
Actualizado jueves 22/07/2010 13:24 horas
Los familiares del subteniente de la Guardia Civil Francisco Morcillo Moya, de 61 años, fallecido en la explosión de Valdemoro del pasado 29 de junio se han personado como acusación particular en la causa que instruye el Juzgado de Instrucción número 1 de Valdemoro para exigir responsabilidades al denunciar la existencia de graves deficiencias de seguridad en las instalaciones.
El pasado 29 de junio se produjo una explosión en el sótano del edificio denominado MACEN, donde se hallaba el almacén de explosivos de los Tedax y de la unidad NRBQ. Como consecuencia de la explosición, murió un guardia civil y otros 17 resultaron heridos.
Según denuncian los hijos del fallecido, la versión de la Guardia Civil "no se ajustaría a la verdad de los hechos acaecidos", ya que su padre se encontraba en situación de reserva y no estaba dando ningún tipo de clase sobre explosivos sino que tras la explosión estaba evacuando las instalaciones, una vez desatado el fuego.
Según el croquis de las instalaciones presentado porla familia, el subteniente Morcillo Moya, que padecía la enfermedad de párkinson que reducía su movilidad, habría fallecido aplastado por la onda expansiva de la explosión cuando intentaba evacuar su oficina sin que le diera tiempo material para ponerse a salvo, dada la longitud del recorrido de evacuación.
El abogado de la familia, Antonio Suárez-Valdés, cree que en el edificio donde se produjo la explosión se encontraba el almacén de explosivos de los Tedax y de la unidad NRBQ y el depósito judicial de explosivos, que carecía presuntamente de las medidas de seguridad necesarias para este tipo de instalaciones.
Almacén de explosivos
El letrado sostiene que estos depósitos llegaban a albergar significativas cantidades de explosivos, por lo que "necesariamente debieran de haber precisado una adaptación a la normativa sobre seguridad de almacenes de explosivos, que al parecer no se producía".
Según los planos del edificio, la instalación, que se encontraba ubicada en los bajos de una construcción sobre la que trabajaban cientos de agentes, "no contaba con salida de emergencia, extinción automática de incendios y las bocas de incendio no funcionaban, lo cual obligó a los bomberos a tener que extinguir el incendio utilizando el agua de una piscina cercana".
"Es más un grupo de alumnos que se encontraba junto al almacén donde se produjo la deflagración, tuvo que ser evacuado por una ventana trasera, cuyas rejas se tuvieron que romper por los agentes presentes en el exterior, viviéndose momentos de absoluta angustia", añade.
El Mundo
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Re: La Unión de Oficiales se personará en las actuaciones
La familia del guardia civil fallecido en el cuartel de Valdemoro se persona en la causa y denuncia fallos de seguridad
Hoy, 11.16
Europa Press
Niega la versión de la Benemérita y asegura que el fallecido se encontraba en su despacho y no dando un curso sobre explosivos MADRID, 22 (EUROPA PRESS) La familia del subteniente de la Guardia Civil Francisco Morcillo, fallecido en una explosión en el cuartel de Valdemoro (Madrid) el pasado 29 de junio, ha anunciado su decisión de personarse en la causa que investiga el suceso al advertir faltas de medidas de seguridad en el edificio en el que comenzó el incendio. Seguir leyendo el arículo
En un comunicado, el despacho de abogados que representa a la familia ha informado de su intención de personarse en la causa que se encuentra en el Juzgado de Instrucción nº 1 de Valdemoro, ya que los familiares del guardia civil fallecido consideran que el estado de las instalaciones podrían haber provocado que el suceso se convirtiera en "una masacre".
Según sostiene, el edificio donde se produjo la explosión estaba ubicado en una instalación de alto riesgo como es el almacén de explosivos de los Tedax y de la unidad NRBQ y el depósito judicial de explosivos, "que carecía presuntamente de las medidas de seguridad necesarias para este tipo de instalaciones".
Estos depósitos llegaban a albergar periódicamente significativas cantidades de explosivos, "por lo que necesariamente debieran de haber precisado una adaptación a la normativa sobre seguridad de almacenes de explosivos, que al parecer no se producía".
Según sus investigaciones, la instalación carecía presuntamente de las condiciones estructurales adecuadas, no contaba con salida de emergencia, extinción automática de incendios y las bocas de incendio no funcionaban, lo cual obligó a los bomberos a tener que extinguir el incendio provocado utilizando el agua de una piscina cercana.
"Todos estos hechos hacen que, dada la alta ocupación del edificio donde se produjo la explosión, el siniestro hubiera podido convertirse en una auténtica masacre, ya que la explosión habría sido de tal magnitud que habría llegado a romper el forjado superior de la planta y la totalidad de la tabiquería de las zonas adyacentes, amén de provocar un incendio de importantes dimensiones", considera.
SUFRÍA PÁRKINSON
Según ha informado la familia, el subteniente fallecido padecía la enfermedad del párkinson que reducía su movilidad. Según el croquis elaborado por ellos, falleció aplastado por la onda expansiva de la explosión cuando intentaba evacuar su oficina sin que le hubiera dado tiempo a ponerse a salvo.
Según los hijos del fallecido, esta versión desmiente la sostenida por la Guardia Civil, que apuntó que se encontraba dando una clase sobre explosivos ya que al encontrarse en situación de reserva no tenían encomendadas funciones formativas.
"El presunto intento de la Guardia Civil por encubrir la situación ha provocado la indignación de la familia del finado, que se ha personado en las actuaciones judiciales para exigir las responsabilidades correspondientes", ha adelantado el bufete de abogados.
Yahoo
Hoy, 11.16
Europa Press
Niega la versión de la Benemérita y asegura que el fallecido se encontraba en su despacho y no dando un curso sobre explosivos MADRID, 22 (EUROPA PRESS) La familia del subteniente de la Guardia Civil Francisco Morcillo, fallecido en una explosión en el cuartel de Valdemoro (Madrid) el pasado 29 de junio, ha anunciado su decisión de personarse en la causa que investiga el suceso al advertir faltas de medidas de seguridad en el edificio en el que comenzó el incendio. Seguir leyendo el arículo
En un comunicado, el despacho de abogados que representa a la familia ha informado de su intención de personarse en la causa que se encuentra en el Juzgado de Instrucción nº 1 de Valdemoro, ya que los familiares del guardia civil fallecido consideran que el estado de las instalaciones podrían haber provocado que el suceso se convirtiera en "una masacre".
Según sostiene, el edificio donde se produjo la explosión estaba ubicado en una instalación de alto riesgo como es el almacén de explosivos de los Tedax y de la unidad NRBQ y el depósito judicial de explosivos, "que carecía presuntamente de las medidas de seguridad necesarias para este tipo de instalaciones".
Estos depósitos llegaban a albergar periódicamente significativas cantidades de explosivos, "por lo que necesariamente debieran de haber precisado una adaptación a la normativa sobre seguridad de almacenes de explosivos, que al parecer no se producía".
Según sus investigaciones, la instalación carecía presuntamente de las condiciones estructurales adecuadas, no contaba con salida de emergencia, extinción automática de incendios y las bocas de incendio no funcionaban, lo cual obligó a los bomberos a tener que extinguir el incendio provocado utilizando el agua de una piscina cercana.
"Todos estos hechos hacen que, dada la alta ocupación del edificio donde se produjo la explosión, el siniestro hubiera podido convertirse en una auténtica masacre, ya que la explosión habría sido de tal magnitud que habría llegado a romper el forjado superior de la planta y la totalidad de la tabiquería de las zonas adyacentes, amén de provocar un incendio de importantes dimensiones", considera.
SUFRÍA PÁRKINSON
Según ha informado la familia, el subteniente fallecido padecía la enfermedad del párkinson que reducía su movilidad. Según el croquis elaborado por ellos, falleció aplastado por la onda expansiva de la explosión cuando intentaba evacuar su oficina sin que le hubiera dado tiempo a ponerse a salvo.
Según los hijos del fallecido, esta versión desmiente la sostenida por la Guardia Civil, que apuntó que se encontraba dando una clase sobre explosivos ya que al encontrarse en situación de reserva no tenían encomendadas funciones formativas.
"El presunto intento de la Guardia Civil por encubrir la situación ha provocado la indignación de la familia del finado, que se ha personado en las actuaciones judiciales para exigir las responsabilidades correspondientes", ha adelantado el bufete de abogados.
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Re: La Unión de Oficiales se personará en las actuaciones
La academia de guardias jóvenes tiene problemas de contaminación bioquímica. La familia del subteniente fallecido denunciará a la Guardia Civil por fallos de seguridad
La academia de guardias jóvenes de Valdemoro (Madrid) tiene graves problemas de seguridad. Así lo van a denunciar los familiares del subteniente de la Guardia Civil fallecido el pasado 29 de junio en una explosión en el almacén de los Tedax y de la unidad NRBQ.
Fuentes conocedoras de la situación de las instalaciones explican a El Confidencial Digital que el complejo carece supuestamente de las medidas de seguridad necesarias para poder trabajar allí. Trabajadores de la instalación denuncias las siguientes deficiencias:
-- No se sabe si hay contaminación en el aire. Agentes de la academia explican que desconocen si Sanidad ha llevado a cabo las revisiones correspondientes para determinar si puede haber afectados por productos peligrosos.
-- La unidad de riesgos laborales tampoco ha informado si se han efectuado trabajos de limpieza tras las sucesivas explosiones del fatídico día de finales de junio.
-- Tras estas explosiones, los agentes han tenido que seguir trabajando en oficinas afectadas que, según ellos, están contaminadas medioambientalmente. Allí había productos bioquímicos que ninguna autoridad ha revisado, lamentan.
-- El bar de las instalaciones comenzará a funcionar en los próximos días. De hecho, se ha dado permiso a su personal para que limpie y retire los desperfectos tras las explosiones sin que se hayan mantenido las medidas de seguridad oportunas.
Las fuentes consultadas por ECD explican que la dirección general de la Guardia Civil emitió un informe aludiendo a la “no conveniencia” de entrar en el edificio afectado hasta que Sanidad dé su visto bueno. Y dicha autorización no se ha producido.
La familia del subteniente denunciará
Los familiares del guardia civil fallecido, Francisco Morcillo Noya, de 61 años, fallecido como consecuencia de la explosión se personarán en la causa como acusación particular. Denuncian graves problemas de seguridad en las instalaciones.
A través de un conocido despacho de abogados, la familia advierte que las deficiencias en las instalaciones podrían haber provocado una auténtica masacre: no había salida de emergencia, ni extintores automáticos contra incendios y las bocas de agua no funcionaban (los bomberos tuvieron que extinguir el fuego provocado con agua de una piscina cercana).
Confidencialdigital
La academia de guardias jóvenes de Valdemoro (Madrid) tiene graves problemas de seguridad. Así lo van a denunciar los familiares del subteniente de la Guardia Civil fallecido el pasado 29 de junio en una explosión en el almacén de los Tedax y de la unidad NRBQ.
Fuentes conocedoras de la situación de las instalaciones explican a El Confidencial Digital que el complejo carece supuestamente de las medidas de seguridad necesarias para poder trabajar allí. Trabajadores de la instalación denuncias las siguientes deficiencias:
-- No se sabe si hay contaminación en el aire. Agentes de la academia explican que desconocen si Sanidad ha llevado a cabo las revisiones correspondientes para determinar si puede haber afectados por productos peligrosos.
-- La unidad de riesgos laborales tampoco ha informado si se han efectuado trabajos de limpieza tras las sucesivas explosiones del fatídico día de finales de junio.
-- Tras estas explosiones, los agentes han tenido que seguir trabajando en oficinas afectadas que, según ellos, están contaminadas medioambientalmente. Allí había productos bioquímicos que ninguna autoridad ha revisado, lamentan.
-- El bar de las instalaciones comenzará a funcionar en los próximos días. De hecho, se ha dado permiso a su personal para que limpie y retire los desperfectos tras las explosiones sin que se hayan mantenido las medidas de seguridad oportunas.
Las fuentes consultadas por ECD explican que la dirección general de la Guardia Civil emitió un informe aludiendo a la “no conveniencia” de entrar en el edificio afectado hasta que Sanidad dé su visto bueno. Y dicha autorización no se ha producido.
La familia del subteniente denunciará
Los familiares del guardia civil fallecido, Francisco Morcillo Noya, de 61 años, fallecido como consecuencia de la explosión se personarán en la causa como acusación particular. Denuncian graves problemas de seguridad en las instalaciones.
A través de un conocido despacho de abogados, la familia advierte que las deficiencias en las instalaciones podrían haber provocado una auténtica masacre: no había salida de emergencia, ni extintores automáticos contra incendios y las bocas de agua no funcionaban (los bomberos tuvieron que extinguir el fuego provocado con agua de una piscina cercana).
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