LA APUESTA.-

Asuntos que no son de interés general ni objeto de debate... UN POCO DE TODO

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jeronimo
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LA APUESTA.-

Mensaje por jeronimo »

.- ¿ Que no tengo cohones ?.
.- No, no los tienes.
.- ¿ Qué te juegas ?.
.- 500 euros, uno detrás de otro…pero ¿ y los tienes tu ?.
.- A mi me sobran. ¿ Cuánto hace que nos conocemos… unos 20 años ?.

Hacía fresquito aquella mañana. Con el motor en marcha a pesar de la crisis, giró el mando y lo puso en su máxima posición. La potencia del motor al momento hizo que rápidamente el habitáculo calentara. Lo peor que llevaba eran los pies, así que giró el mando del calefactor quedando inundados por ese característico calor que sale de las toberas en los coches nuevos. Nuevo y potente. En eso si que no hay que protestar, nuevos hasta que envejecen, pero rápidamente son cambiados sin llegar a envejecer como los otros viejos, añejos y, la mayoría de las veces, caducos.

Sabía que hoy tendría visita, habían quedado en ello aunque desconocía la hora exacta. Cogió el maletín del asiento del copiloto y lo abrió. Peinado y cardado. Comenzó echándose una ligera capa de pegamento por todo el cuero cabelludo. Con el pelo limpio y corto colocó la peluca de color azul cielo a la que impregnó con un tubo unas mechas que esparció por las greñas para acabar atusándose las dos coletas tipo pipi calzaslargas, posadas suavemente sobre la parte superior de la espalda. Ensartó un sólo pendiente en la oreja izquierda, redondo el aro y acabado en una cruz de malta imitando al oro. Las pinzas rebanaron cuatro pelillos que sobresalían de las cejas para acabar esparciendo un chorrete de rimel negro que dejó tersas y relucientes las pestañas. El pintalabios usado y casi acabado fue el revulsivo para contornear los labios perfectamente marcados acorde con las mechas existentes en la cabeza. Vaya por Dios, un grano a estas alturas. Acercó el rostro al espejo frontal y con sendos índices lo reventó, como lo hará Irlanda una vez pasadas las elecciones. Irlandesas. Menos mal que era pequeñito y apenas se notaba. Con rotulador negro se pintó varias pecas en los carrillos, más falsas que el responsable de interior. La lima hizo las veces de corrector y fue puliendo las uñas como si de la estadística de los delitos se tratara.

Echó para atrás el asiento y apoyó el pie derecho sobre el círculo del volante. La coquetería no tenía secretos. Empezó por el dedo meñique que anatómicamente suele ser el más pequeño. Con habilidad las limpió todas y se extendió una fina capa de pintauñas suave, en concordancia con los mechones de color azul del pelo. A grosso modo ya estaba al completo. Colocó el asiento de nuevo en su posición y volvió a mirar por el retrovisor. Todavía no llegaba a quien esperaba, ni coche alguno circulaba en ese momento. Salió al exterior, desabrochó el cinto, se bajó la mini falda vaquera y se ciñó las bragas. Le estaban ligeramente pequeñas y por la parte trasera se le metían por el canalillo aprisionando igualmente la parte delantera, lugar por donde una negra mata de pelo negro floreciente sobresalía. No había cogido las correctas, y mira que estuvo a punto de pillar las de la suegra, Las correctas son las que se le caen a alguno cuando estrecha la mano de Obama, antes de asistir a misa matutina, allí con él, no aquí con el santo Padre, pero sin embargo no se le cae la cara de vergüenza al ver como ha metido a España donde está.

Algún incipiente pelillo se agarraba a la piel de las piernas y eso que no hacía mucho que se había depilado. Se llegó al árbol más cercano y se deleitó mirando la copa donde dos faisanes machos se echaban miradas cómplices. Tras la preceptiva visita a la base del árbol le recordó vivamente y se lo dedicó al jefe del ejecutivo, a sus colaboradores y también al desconocido director, optando por meterse de nuevo al coche e introduciendo en la guantera el rollito de papel higiénico. La lluvia y el viento arrecieron en el momento que se llevó al gaznate un donus de chocolate, justo a las diez y cuarto de la mañana, a la inversa de como se ponen las manos para la conducción. ¿ O es a las tres menos diez ?.

Se había levantado de mal humor aquel día y no era para menos. Ya iban tres meses continuados y se encontraba cabreado. Estaba acostumbrado a proponer pero nunca se habituó a ser propuesto, o proponido que diría la ministra del ramo. Las proposiciones no siempre son indecentes, lo son cuando son indecorosas y propias y por lo tanto, siempre inmorales, deshonestas e injustas. 500 napos son quinientos napos. Aquí y en Calatayud. No iba a dejar pasar la oportunidad de ganar por un lado lo que, a su entender, le habían levantado injustamente por otro. En el calor de la habitación, se quedó como su madre le trajo al mundo. Comenzó por abajo. Un leotardo blanco inmaculado y encima una braga negra como la economía española e irlandesa, con dispositivo de apertura en el centro. Se colocó encima de todo ello una faldita de gasa cruzada tipo tutú azul carmín. Regresó a los pies y enfundó las bailarinas con lentejuelas terminadas en la punta con un garbanzo negro. Ahora la parte superior. No sabía bien como conjuntarse pero optó por una camisa similar a las utilizadas por el grupo locco mía pero con anchas hombreras y los picos más acentuados. ¿ Lo pillamos ?. En la cabeza una peluca como la de Tina Turner, aunque el micrófono lo dejó en el armario, ese sitio de donde tantos salen a base de talonario sin tener que emigrar a Zimbawue. Perfecto estaba cuando se miró al espejo, dando un par de saltos imitando remotamente a la Paulova en el Bolsoi de Moscú girando y girando en Cascanueces. Pilló el ascensor y bajó al garaje donde se metió en el coche. Nadie le vio bajar. Iba a ganar 500 euros como 500 soles.

Los quinientos euros cambiaron de mano. De una mano pasó a la otra y de ésta a la primera. Nadie había ganado la apuesta. Se quedaron como estaban, pero sí que le habían echado agallas ambos.

Regresaba de la famosa boda por zonas mañas, a la que pudo haber asistido en helicóptero o avión pero prefirió el coche, de esa manera fueron tres días en vez de uno, así que ni corto ni perezoso mandó a Marcial regresar en tren al finalizar el evento; ese tipo de bodas rimbombantes, llenas de glamour y sensibilidad, donde trajes, vehículos, hoteles y regalos suelen salir siempre del mismo bolsillo ya que hacienda somos todos, donde la virginidad se pierde mucho antes de dar con el candidato idóneo que diga ante el cura si quiero. Lugar donde tan buenos momentos había pasado años atrás y ya se sabe que en las bodas se hace lo que no se debe de hacer en relación a la comida. Ligeramente cocidillo llevaba prisa. Había quedado con su amigo del alma en Madrid, así que para no perder tiempo a la llegada, ya iba vestido como a su amante le gustaba, y ciertamente que no desentonaba para la ocasión y por los momentos sociales y políticos que pasamos. Todos, menos ellos. Botas drak kuin de 18 centímetros de tacón, acorde la medida que le introduciría a su llegada; las piernas completamente limpias de ropa, con unos pelos largos similares a la deuda española; y por encima de ellos, el calzoncillo acaimanado haciendo juego con su mentalidad. Arriba se enfundó una casaca de general del ejército ruso, con unas ligeras condecoraciones sobre la pechera.
Por mentar alguna, la orden de Lenin, otra como héroe de la Unión Soviética, a su izquierda, la orden de la revolución de octubre, junto a ésta la medalla de la defensa de Leningrado, al lado la estrella de bronce y la encomienda a la ciudad de Vladivostok. Otra cosa le colgaba también, aunque no por haber estado en Afganistán, pero la cosa, más bien cosita, andaba descolgada desde hacía tiempo. Otras 16 más que ni recordaba a quien pertenecían pero quedaban chulas en su pecho. Todas ganadas sin haber pisado el suelo de la federación rusa. ¿ O era agrupación ?. Como van cambiando las cosas, lenta pero progresivamente. Arriba, en la cabeza, el cuero cabelludo comenzaba en pico a la altura de la frente y se iba extendiendo en triángulo hasta la nuca. Tipo Drácula. Lo más llamativo, los dos enormes colmillos manchados de sangre que le sobresalían de los labios, casi escondidos y poco visibles tras el enorme chupete rosa que momentos antes estuvo untado con azúcar. Bajo el brazo derecho un librillo conteniendo, resumidas eso si, las Reales Ordenanzas del glorioso ejército ruso, tan de moda ahora mismo cuando se sale de la federación ¿ o, repito, era agrupación ?, y en su mano izquierda un látigo.

Había comido estupendamente en la boda, ciertamente que sí. Pero a él lo que le gustaban eran los churros y los buñuelos. Le encantaban los buñuelos. Antes de salir hacia su destino se pilló una docena de churrillos y dos de buñuelos rellenos de crema, regados sobradamente ambos confites con buenas cucharadas de azúcar y los iba comiendo según conducía. El interior del coche lo pagó. Le producían ardor de estómago y por ende flatulencias pero… es que estaban tan ricos. Los dos ambientadores a tope poco hacían, apenas nada. Apretó un botón para escuchar la radio, pero salían palabras que le resultaron ininteligibles. Por los seis altavoces se oían cosas raras, hablaban de accidentes, usuarios, muertos, puntos kilométricos. Vamos, ni idea. Apretó de nuevo el botoncito de marras y todo se silenció.
Aprovechó el momento tan agradable, apetecible e íntimo y levantó la nalga derecha. Lo escuchó lejano, tenue, pero lo oyó con cariño. Fino. Silencioso. Casi callado. Pero largo. Muy largo. Como el llegar a fin de mes para algunos. De los que apenas hacen ruido. Pero eso sí, traidor el cabrón. Traidor hasta el punto de apuntar abajo pero disparar hacia arriba. A la inversa que el ejecutivo. Se deleitó con él un par de kilómetros. Encantador. ¿ Dónde coño estará la radio ?. Por fin dio con ella. Comentaban de las elecciones en Cataluña. De la campaña y de los orgasmos. Qué suerte tienen de poder tener un orgasmo a la hora de votar. Hacía tiempo que él nada de nada físicamente, mentalmente era otra cosa a la hora de las arengas, con ellas, tenía estadillos de felicidad Pena de no haberse podido empadronar en Barcelona. Al menos una vez cada cuatro años…
Se preguntó si eso era cierto. Al meter un sobre en una urna uno podría, en fin, si podría tener un orgasmo aunque fuera pequeñito, de unas gotitas no más. Menos mal que las elecciones son ahora, el 28 de éste, porque de haber sido a partir de enero del año que viene ya fueron prohibidas por ley, en Cataluña, las corridas. Muy buenas deben ser las elecciones con erección, porque los vídeos de la campaña son para sonrojar hasta el ejecutivo, aunque ya se sabe, de poco se tiene que acomplejar dada su trayectoria y menos de las campañas de sus vástagos.

¿ Llegará a tener muchos votos o pocos Doña María del Carmen de Mairena Hormonada ?. Al menos se lo está currando en Cataluña. De universidad en universidad, lugar donde los eruditos dan conferencias y explican, en este caso, sus propuestas como auténticos candidatos para la presidencia de ese país. ¿ O es una nasió ?. La Pompeu Fabra a rebosar. Y no es para menos con esa oratoria, con ese don de gentes, con esa gramática que hace envidiar a la R. A de la lengua española y euskaldún, esos discursos llenos de lógica y sentimientos patrios, ese verbo fácil, esas facciones finas, esos movimientos corporales que para sí quisiera haber tenido Marlboro Churchil o incluso Roberto Kennedi, esas manos cuidadas y pulidas, esos ojos vivarachos y penetrantes. Esa voz cálida, cariñosa, suave y embriagadora, con una seducción escondida en el fondo aunque también en la forma. Pero lo más llamativo, sin duda, sus pechos. Naturales, turgentes, erguidos, sugerentes, con esos pezones erectos como los de una sirena recién salida del agua. Sin olvidar su estómago similar al de Suaseneller en sus tiempos jóvenes, tableteado, currado de gimnasio. Lo malo, si es que algo hay malo, es en lo que le cuelga. Y nos son las medallas ganadas en Afganistán precisamente. Lo curioso del asunto es que por fin nos estamos acomodando a Europa. Se empieza a cumplir la directiva y ya va entrando poco a poco, aunque aquí tardará algo más, empezando por la universidad Pompeu. Me refiero al plan Bolonia.

Acostumbrado a ser llevado y no a llevar, dudaba si el camino era el correcto. No quiso meterse por autopistas ni autovías, eligió la carretera, pero tampoco sabía conectar él solo el gepeese. Tendría que parar a preguntar. Y allí lo hizo, donde había otros dos coches. Estacionó tras ellos y del blindado último modelo se apeó. Dejó de llover y un sol radiante inundó todo. En lo alto, el arcoiris hizo acto de presencia con su semicírculo precioso de colores. De siempre le había gustado ver el arcoiris, pero lo que más le gustaba era lo que el arcoiris significaba. Chueca había sido testigo de ello. Al principio le costaba apearse por los tacones. Pero al final salió. Y se juntaron los tres.

.- ¿ Voy bien para Madrid ?.
.- Sí, va usté bien. A unos 15 kilómetros verá la señal. Pasando la señal, desvíese usté un poco más a la izquierda. Luego, más adelante, girará a la derecha y luego todo recto, por el centro, llegará a su destino. Siempre, por la izquierda o por la derecha o por el centro, conseguirá su objetivo. No obstante, ahora que le veo ¿ ha vivido en Sevilla ?.

Tardó en reaccionar un momento y agachando la cabeza respondió.

.- No, nunca he vivido en Sevilla. Muchas gracias por la información.

Sabía de sobra que mentía. Continuaba el viaje. ¿ Le habrían reconocido ?. Maldito el momento en el que paró a preguntar. Su amante esperaba y él, dichoso, no le haría esperar. Mientras el operador y el jefe del destacamento continuaron viendo como el arcoiris poco a poco se iba difuminando. La productividad ser verá en los siguientes meses. Pa mi, que no.

Ambos estaban orgullosos de todo lo hecho, y lo hecho durante décadas está quedando hecho añicos.

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Re: LA APUESTA.-

Mensaje por depeche »

la madre que te pario jero, a ver ese libro firmado de una vez :lol:

un saludo maquina.
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Re: LA APUESTA.-

Mensaje por peligro »

Fenomenal el relato como siempre Jerónimo.

Ah! ....................., se te ha olvidado aclarar si el protagonista al final se pasa o no se pasa por El Corte Inglés a encargar unos muebles nuevos con cargo a los presupuestos generales del estado.

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Re: LA APUESTA.-

Mensaje por jeronimo »

[quote user="depeche" post="85763"]la madre que te pario jero, a ver ese libro firmado de una vez :lol:

un saludo maquina.[/quote]

Gracias Depeche, normalmente te las suelo dar por privado, que esta vez sean publicas. Como algunas del congreso.

Un saludo.

jeronimo
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Re: LA APUESTA.-

Mensaje por jeronimo »

[quote user="peligro" post="85767"]Fenomenal el relato como siempre Jerónimo.

Ah! ....................., se te ha olvidado aclarar si el protagonista al final se pasa o no se pasa por El Corte Inglés a encargar unos muebles nuevos con cargo a los presupuestos generales del estado.[/quote]

Gracias igualmente Peligro.

No, no se me ha olvidado aclararlo, ya que dos pases por esos grandes almacenes, aunque en comunidades autónmas distintas prácticamente en dos años, sería mucho abusar. Aunque viendo lo que vemos en los del congreso, tampoco sería mucho de extrañar.

Un saludo Peligro. Aunque ya no cobres productividad.

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