La Unión de Oficiales Guardia Civil Profesional (UO), quiere dirigirse a sus responsables políticos en el Ministerio del Interior, proponiendo un pronto restablecimiento de la confianza.

Toda la sociedad española ha sabido comprender que los Guardias Civiles sí podemos manifestarnos. Más aún: hace tiempo que no se recuerda una manifestación tan ejemplar y tan digna como la que tuvo lugar en Madrid el día 18 de octubre de 2008. Nuestros ciudadanos, acostumbrados como están a ser tomados como rehenes de cada colectivo que se manifiesta (bien porque les impiden circular cortándoles carreteras, bien porque se quedan sin servicios básicos como el transporte público, bien porque no son atendidos en determinadas administraciones cada vez que sus funcionarios están en huelga, etc.) han sabido reconocer que los GUARDIAS CIVILES NO TENEMOS SERVICIOS MÍNIMOS. Podemos decir con orgullo que hemos sido capaces de atender el 100% de nuestras obligaciones, e incluso de activar personal extraordinario, para que los Servicios de Información certifiquen con sus informes y documentos gráficos, el comportamiento respetuoso que pocos ciudadanos pueden negar.

Existió un magnífico equilibrio entre el cumplimiento de las obligaciones profesionales y el ejercicio de derechos fundamentales. En ningún momento fueron desatendidos los servicios por los Guardias Civiles, y a la manifestación sólo acudieron quienes estaban libres de servicio. No se tiene noticia de un solo contribuyente que necesitara de nuestra labor y se le contestara, como hacen tantos otros colectivos, “estamos en conflicto” o “yo no soy de servicios mínimos” o “espere hasta las ‘X’ horas, que acabemos de manifestarnos”.

La sociedad española, de la que creemos formamos parte, estaría encantada de que todos los conflictos discurrieran con la responsabilidad y profesionalidad con que nos hemos comportado los Guardias Civiles. Desgraciadamente, cada vez que un colectivo se echa a la calle, acaban pagando las consecuencias del conflicto los ciudadanos, y a veces, más allá de lo tolerable (huelgas de recogida de basuras, huelgas de limpieza en metros y hospitales, huelgas de transporte que no respetan servicios mínimos, etc.). Además, es también frecuente que los conflictos de otros, les cueste el dinero a los contribuyentes (pintadas en las fachadas, destrozos en mobiliario urbano, incendios, peleas, agresiones, etc., etc.).

Pero los Guardias Civiles, aquellos a los que se ha querido negar el fondo de sus justas reivindicaciones, aquellos a los que entendemos se amenazó para evitar el ejercicio del fundamental derecho a manifestarse de paisano y sin armas, esos mismos Guardias Civiles sin derechos, han demostrado que, en una sociedad exigente, tal vez serían ellos de los pocos ciudadanos con verdadero derecho a manifestarse, a la vista de la lección de comportamiento que han dispensado a los Españoles.

Pero una vez subrayado este hecho objetivo e innegable, les queremos trasladar nuestra íntima satisfacción como Oficiales de la Guardia Civil, responsables directos de todos los servicios que se prestaron ese día en España. Siguiendo las recomendaciones de la Unión de Oficiales (UO), realizamos un especial esfuerzo de planificación y dirección con dos objetivos: que ningún ciudadano tuviese menor calidad de servicio por el hecho de existir una manifestación, y que ningún Guardia Civil se viera extrañamente privado de asistir, si así lo deseaba.

El resto de circunstancias previas y posteriores, seguramente no deseadas por nadie, ya son conocidas y nada añade recordarlas. Por ello, y para evitar la desazón ciudadana que supone, el que los Directivos de la Guardia Civil y nuestros responsables políticos estemos enfrentados en los Tribunales y en los medios de comunicación social, queremos dar un paso al frente, y liderar un principio de entendimiento.

Como muestra de buena voluntad, no le vamos a exigir ahora lo que creemos merecemos en justicia (equiparación salarial, mejores medios y salud laboral, unificación justa de Escalas, conciliación familiar, etc., etc.). Ni siquiera la UNIÓN DE OFICIALES va a exigir dimisiones, en un esfuerzo de empatía sincera. Simplemente reconozcan públicamente que ha sido un error de interpretación, y que a la vista de lo razonable y lo responsable de nuestro comportamiento, aceptan que las cosas se han hecho bien, dentro de la legalidad, y que de inmediato se comenzarán las rondas de diálogo que nunca debieron terminar.

En definitiva, rectifiquen y digan públicamente que tenemos derecho a la manifestación porque así lo permite la ley al no prohibirlo expresamente, porque las reivindicaciones, conseguidas ahora o más adelante, son muy razonables y porque HEMOS SIDO EL ÚNICO COLECTIVO CUYO EJERCICIO DE DERECHOS NO LO HA ACABADO PAGANDO EL POBRE CIUDADANO INDEFENSO.

No olviden nuestros responsables en el Ministerio, que cualquier mal que afecte a la Guardia Civil, lo sufrimos sus Oficiales, corregido y aumentado. Por lo que somos los primeros interesados en que la Institución funcione bien, y en que la sociedad se sienta orgullosa de sus Guardias Civiles.

P.D. Hacemos extensibles nuestras positivas valoraciones, a los componentes del CNP.

Madrid 22 de octubre de 2008
LA JUNTA DIRECTIVA DE UNIÓN DE OFICIALES GUARDIA CIVIL PROFESIONAL (UO)