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Esa manifestación, de la que algunos intoxicadores dijeron que perseguía desmilitarizar el Cuerpo, tenía dos claras finalidades: conseguir una jornada laborar justa, en igualdad de condiciones que los miembros del Cuerpo Nacional de Policía, e impulsar la reforma de la Ley de Personal (algo que estaba incumpliendo el gobierno de entonces, pese a que lo ordenaba hacer una Ley aprobada en 2007, la Ley 39/2007 de la Carrera Militar. Qué curioso, los guardias a los que se acusaba de querer desmilitarizar, en realidad, estaban pidiendo que se aplicara la Ley de la Carrera Militar).
Las circunstancias han hecho que los elementos vuelvan a coincidir en el tiempo. Actualmente se encuentra en tramitación, en sede de la Guardia Civil, la modificación de la Orden General de Jornada y Horarios que tiene a los guardias civiles en pie de guerra. Por otro lado, en el Congreso de los Diputados, se tramita la Ley de Personal de la Guardia Civil que está provocando la indignación de la mayoría de los oficiales, especialmente a aquellos que proceden de la promoción interna y cambio de escala (casi el 70% del total de estos mandos). Este proyecto de Ley contiene aberraciones inaceptables, como el clasificar a los Alféreces (oficiales) en el grupo de retribuciones A2 (el mismo en el que se clasifica a Suboficiales y a los alumnos de la academia de Oficiales) o aniquilar la carrera profesional de muchos oficiales que, depreciando su formación y experiencia, tendrían que volver a realizar un curso para ser “capacitados”, para seguir haciendo lo mismo que hacen ahora, algo difícil de entender. Algunos parecen olvidarse que estos cursos innecesarios se pagan con dinero público. ¿Quién se beneficia de ésto?
¿Otra manifestación? No es fácil que se vuelva a producir una gran manifestación de guardias civiles en los términos en la que se produjo aquella del 2010, porque ya se encargaron de modificar la Ley Orgánica de Derechos y Deberes de los miembros de la Guardia Civil para restringir ese derecho. Pero, ¿el hecho de que lo prohíba la Ley impedirá que los guardias civiles defiendan su derechos? Ya hubo manifestaciones años antes, cuando los guardias civiles tenían menos derechos que en la actualidad, como
aquella en enero de 2007 en la que guardias civiles acudieron a la Plaza Mayor de Madrid vestidos con su uniforme reglamentario. Nadie sabe cómo puede acabar la cosa.
Lo único cierto, de momento, es que la indignación de guardias y oficiales vuelve a coincidir en el tiempo. La Unión de Oficiales ya está buscando mecanismos que, sin quebrantar el ordenamiento jurídico, permitan trasladar la protesta al contexto público y defenderse de una Ley que si no se enmienda puede provocar el malestar y desmotivación del 70% de los mandos de la Guardia Civil.
[align=center]Madrid, 10 de enero de 2014
UNIÓN DE OFICIALES GUARDIA CIVIL PROFESIONAL (UO)
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