ATRACO A LAS DIEZ.-

Asuntos que no son de interés general ni objeto de debate... UN POCO DE TODO

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jeronimo
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ATRACO A LAS DIEZ.-

Mensaje por jeronimo »

PREÁMBULO.-

El calor era sofocante en el piso de alquiler situado en la 4º planta; nunca quiso ni primeros ni bajos, por las entradas policiales a saco del amigo Corcuera.. En el cuarto piso estaba seguro con sus tres cierres de seguridad y Furia, su pastor alemán de 7 años. Acababan de comer y ahora iba a hacer lo que más le apetecía. Meterse un chute. Ya iban varios y varios más iban a caer a lo largo de la tarde y noche.

Llevaba únicamente puesto el slip y el cuerpo enjuto lleno de carreras en los brazos. No se quedaban atrás las piernas, sobremanera la parte de los talones. Las venas estaban como una carretera de 3º de la amazonia brasileña y ya no tenía sitio para hincar la chuta. Así que corto ni perezoso comenzó. Pillo la cuchara de hacer inoxidable curtida ella en mil batallas y la calentó por abajo, un ligero y rápido calentón con el mechero. Acto seguido desenvolvió una papelina de heroína de las suyas – con doble cantidad – y lo depositó suavemente sobre la cuchara. Volvió a darle calorcillo con el mechero hasta que comenzó a hervir, ahora el limón que estaba en el frigo.
.- Pepa, acércame el limón.
La Pepa estaba hasta el moño, con eme, del José, pero sabía como se las gastaba.
.- Toma y a ver cuando mandas el pico a tomar por el culo.
.- Cuando a mí me salga de los cohones – le respondió a su mujer, que sería la segunda en hacer lo que su marido estaba haciendo.

De sobra sabía que nunca y de sobra sabía que tenía el sida, él y la Pepa. La heroína al final es lo que tiene y eso que él y la Pepa eran vendedores, pequeños vendedores. Compraban al por menor, lo cortaban y mezclaban y antes de meterle el corte se reservaban para ellos lo mejor, pero con ese método había que acabar, mucho chute entre ellos y su cuñado y para todos no había. Echó unas gotitas de limón a la heroína de la cuchara y aquello comenzó a hervir. Con la punta de la jeringa lo removió como un buen gourmet remueve el caldo. Apoyó la cuchara encima de la mesa y rellenó la jeringa con la punta de la misma. Volvió a apoyarla y comió una uva, estaba fresca y eso le alivió. No corto ni perezoso se bajó el eslip quedando el miembro viril al descubierto. No se cortó ni un pelo de la buena mata que tenía. Le dio dos golpes secos para espabilarla y con los ojos amarillentos inyectados de hepatitis, la miró con desdén. Poco rendimiento le sacaba ya, únicamente para pincharse. Le dio la vuelta al glande y dejó enfilada para arriba la vena gorda. Ya se había pinchado otras veces pero todavía tenía terreno para unas cuantas más hasta que cayera la costra de los picos de los brazos y piernas. Con la mano izquierda apretó y la vena se infló lo suficiente para ser pinchada. Cogió un racimo de uvas y se lo puso en la boca.

Apretó todavía más y pincho. El líquido del embolo lentamente desapareció. Esperó como cinco segundos y volvió a aspirar de nuevo hacia fuera. La mezcla sanguinolenta, limón, heroína y sangre, apareció y aquello parecía y aparecía un asco. Ellos, los heroinómanos, lo llaman bombeo, nada que ver con el bamboleo del Julio Iglesias. O al menos así lo llamaban, ahora no lo sé, he perdido comba. Volvió al primer paso, introducirse la mezcla con parsimonia, y así durante cuatro veces hasta que el émbolo quedó vacío de líquido. La jeringuilla se la pasó por la punta la de la lengua y la lamió. En la habitación estaban él, su mujer, su cuñado y un invitado y no precisamente de piedra. Era el Rata, de estupefacientes, Pepe era confidente, al igual que su mujer y su cuñado. Matrimonios de conveniencia. Tú me das, yo te doy. Y a nivel calle, no hay otra, o se funciona así o bien no nos comemos un colín, salvo en contadas ocasiones y casi siempre de casualidad, tipo accidente de tráfico, donde la droga queda desparramada. Pero estas veces son contadas. El curro hay que ganárselo y ganárselo es muy costoso en tiempo y en ocasiones, en dinero también, dinero salido del bolsillo del agente y que la mayoría de las veces no va a recuperar. Al principio, cuando se es joven, el parné se presta por sacar adelante un presunto buen servicio. Con la edad y metidos en ese mundo, la cosa cambia.

EL ATRACO.-

.- ¿ Qué le sirvo primero señora, la el gazpacho o el consomé ?.
.- Hoy que el señor está en una exposición en Alemania, el gazpacho y cuando finalice la cena quisiera hablar contigo Dimitra.
.- Como usted diga señora.

Al final de la cena hablaron, o más bien sólo habló la señora.

.- Como sabes mi familia viene dedicándose a la confección y elaboración de joyas desde hace tres generaciones y cuando viniste de tu país hace seis meses te acogimos como a una hija, por tus padres y tus dos hijos que estaban en Rumanía. Pero hemos observado que nos falta un pisa-corbatas de oro de mi marido y la única que lo ha podido coger eres tú. Por lo tanto aquí tienes el dinero que te faltaría de cobrar hasta fin de mes y mañana te rogaría que no volvieras a cruzar esta puerta, siendo descontado el equivalente al precio de la joya que te llevaste.

.- Le juro por Dios señora que no he cogido nada - gimoteando nerviosa.-
.- Sea como sea, mañana no vuelvas por aquí. Si se te ocurre ir a la Policía lo tendrás peor puesto que daríamos informes de ti al no tenerte asegurada e inmediatamente serías deportada a tu país. Sé sensata, coge la parte del dinero y esta noche cuando acabes tus labores, abandona esta casa. No hay más que hablar.

Los hijos de la señora días antes hicieron las averiguaciones pertinentes y efectivamente la joya fue recuperada en una casa de compra-venta de oro. Casualmente la había vendido un ciudadano rumano y casualmente el ciudadano rumano era Mijahill Popescu, y casualidades de la vida, era el marido de Dimitra.

La señora ya no quería servirse de gente que no hablara perfectamente español y se decidió por contratar los servicios de una dominicana. Muy servicial. Muy efectiva. Muy limpia y una buena cocinera. La tendría a prueba un mes y como mandan los cánones, no contratada legalmente hasta saber las habilidades de la chica, y alargando el tiempo pues tampoco fue contratada como las anteriores y las posteriores.

Tras el chute, una buena siesta. El invitado se fue visto lo visto Por hoy ya había visto mucho. Y mucho habían hablado los cuatro de cómo llevar a efecto un pequeño negocio que les sacaría a todos del atolladero. A uno de dinero y el resto de dinero para poder seguir con el negociete y hacer más dinero. Desde luego tontos no eran.

La delincuencia, la barriobajera, suele reunirse en sitios muy concretos y a horas intempestivas donde todos se conocen. Chaperos, mariquitas, estafadores, tironeros, ladrones de poca monta, vamos la flor y nata de la societé. Y allí se conocieron los matrimonios Pepe y Dimitra. Y charlando charlando siempre uno se entera de cosas. Uno y todos. Todos y uno.

Era raro ver al Pepe con corbata, pero realmente sí que se la puso, desde luego que era un día especial. Él y su cuñado. Los dos. Llamaron a la puerta del domicilio de los joyeros y al abrir Edelmira, la dominicana, se pusieron al unísono la capucha para no ser identificados. Pasaron para dentro y se fueron a la cocina. Únicamente estaban los tres en la casa.
.- ¿ Dónde está el dinero ?.
.- No lo sé señor, sólo llevo en la casa como casi cuatro semanas no más.
La cogió del pelo y le echó la cabeza hacia atrás, poniéndola la punta del tenedor del pescado, aunque ese dato él lo desconocía, desconocía si era para el pescado o la carne, pero el primero que pilló, frente al ojo y a un milímetro.
.- Señor, no lo sé, pudiera estar en la caja fuerte pero no tengo acceso a la numeración.
.- ¿ Cuándo regresan los dueños ?.
.- Sobre las 10 volverá la señora, el señor está en el extranjero.

Eran todavía las ocho y faltaban dos horas.

.-Quédate con ella y no la pierdas de vista.

El Pepe se iba a meter otro chute y por supuesto que se lo metió. Edelmira le proporcionó el limón. Y de paso unas latitas de cerveza. Heineken por supuesto.

.- Edelmira, ¿ está la cena ? - que hoy he cantado un bingo y una línea y tengo apetito – dijo entrando por la puerta. Edelmira con voz tenue desde la cocina contestó que sí estaba hecha la cena. Hizo ademán de comenzar a quitarse el abrigo de mutón del Canadá y no tuvo tiempo, al segundo tenía el cuchillo sobre el cuello.

.- Si te mueves o gritas, estás muerta.

El nerviosismo de la señora iba creciendo como la leche hervida,
.- Por favor llévense lo que quieran pero no nos hagan daño.
.- ¿ Dónde está el dinero ¿.
.- No tenemos dinero en efectivo.
El cuchillo quedó presionado más sobre el cuello corriendo un hilillo de sangre.
.- No te lo voy a repetir más hija de puta, o me dices donde está el dinero o las dos seréis noticia mañana en el periódico en la sección de esquelas.
.- Solo tengo en el bolso 32.000 pesetas y las joyas que llevo encima, por favor cójanlo y déjenos en paz.

Del empujón que se llevó quedó postrada encima de la cama. El Pepeillo se volvió a abalanzar sobre ella y de nuevo pinchó el cuello bajo a oreja. Con la mano izquierda agarraba el cuchillo y con la derecha le propinó un puñetazo en plena nariz. La señora recapacitó. No les había visto las caras, no podía identificarles y su vida estaba en juego. A la asistenta que la dieran y que hubiera “estudiao” o se hubiera casado con un hombre de pasta.

.- Quizá mi marido tenga algo en la caja fuerte.
.- Procure que lo tenga, por su propio bien.

Se llegaron a la habitación de matrimonio y tras un cuadro estaba lo que buscaba. 3, vuelta a la derecha, 18, vuelta a la izquierda 42 y oh lalá, se abrió.
.- Ponlas juntas en el cocina y no dejes de vigilarlas.

La caja apenas tenía dinero – para ellos- unas cien mil pesetas, pero sí muestrarios de joyas. Metió todo en el bolso que llevaba y se llegó al bolso de la señora, arrambló con todo lo que tenía, acto seguido fue a la cocina.

.- Las joyas que lleva puestas, quíteselas.

Desde luego sinvergüenza era, ladrón también, drogadicto por supuesto, vendedor de droga lo mismo, pero eso sí, educado un montón. De usted, como debe ser.

La señora, en menos de lo que canta un gallo se las había quitado de las manos y muñecas.

.- Las del pecho también.

Iba a protestar ya que eran herencia de su madre y regalo del día que se casó, pero prefirió no rechistar. Se las quitó también. Y también fueron a engrosar el gordo del resto en el fondo del bolso. Pepe y su cuñado abandonaron el piso, no sin antes haber arrancado el teléfono fijo, llevarse las latas de cerveza que había consumido y el cuchillo y “borrar” las huellas que pudieran haber dejado. Buen palo sí señor. Pero ahora venía lo más difícil, endosar las joyas para traducirlas a dinero. De eso se encargaría otro, aunque antes debían de saber el montante de cuanto ascendía. Pero tenían a la persona perfecta para ello.

EL ENGAÑO.-

Desde que se conocieron se llevaron bien, muy bien. Los dos cojeaban del mismo sitio. En la calle, los porretas, la gente de mal vivir ya les habían puesto apodo a ambos. El Rata y el Sapo. El Sapo y el Rata. El cerebro era el Sapo, el ejecutor, el Rata. El Sapo siempre en su sitio, no engañaba y decía lo que era. El Rata todo lo contrario, mentiroso compulsivo, hoy iba de inspector, mañana de Sargento y en ocasiones de Teniente. Otr incluso se hizo pasar por Comisaio. Él era así. Pa chulo mi pirulo, una de sus frases preferidas.

.- Quisiera hablar con el Rata, ¿está ?.
.- Es para ti, cógelo.
.- ¿ Todo bien ?.
.- Todo perfecto, si te parece nos vemos en el campo de fútbol en media hora.
.- Allí estaremos.

El Pepe se apeó del Simca 1.000 al que poco provecho le había sacado a los asientos traseros, por esas cosas que tiene la droga y se metió en el otro. Abrió el bolso y allí estaban todas las joyas. Bueno casi todas. Una vez tasado el precio, alguna que otra se perdió.

.- ¿ En cuánto las han valorado ¿
.- En 32.000 millones de pesetas.
.- ¿ Están todas ¿.
.- Todo está como salió de la casa.

Mentía y lo sabía, mentía y lo sabían los otros dos, los tres lo sabían pero tampoco era cuestión de echar la bulla en ese momento.

.- Como sabéis, aquí no se pueden pulir las joyas.
.- Cierto, el matrimonio se ha puesto en contacto con el comisario y con el mandamás. Lo sabemos de buena tinta y de momento no han puesto denuncia hasta ver si las recuperamos, si no en un tiempo hará efectiva la denuncia en Comisaría.
.- ¿ Qué solución le quieras dar ?.
.- Hablaré con un colega y él seguro que nos las vende. Ya tuve otras movidas con él y nunca ha fallado.
.- Sabes que nos lo tendremos que llevar por delante.
.- Me debe dinero, bastante dinero y poco me importa que los enchironéis, se lo merece por cabrón. Bueno os iré informando de los pasos que de con él. Venga hasta luego.
.- ¿ Cómo que venga hasta luego ?. Deja las joyas que las han de ver los nuestros.
.- ¿ Cómo os voy a dejar las joyas si se las tengo que dar a él para que las venda ?.
.- Tú deja las joyas y ya te las entregaremos.

El Pepe se dio cuenta de la movida, o se las dejaba o lo detenían. Ellos eran así. Por lo tanto les dejó el paquete y fue en busca del amigo. Los dos se quedaron solos y era el momento perfecto de recordar a Locco Mía.
.- Esta sí, esta no, esta niña me la como yo.

.- De todo esto ni palabra a nadie y vamos al 90 para mí y 10 por ciento para ti. Contra más saques, más te llevas.
.- Dame un par de días para llamar a mi contacto en Barcelona. Cuando lo tenga te llamo.
Y por supuesto que le llamó.

Había tenido varios abortos la pobre, pero lista mujer. El Portugal se lo solucionaron. Nada que ver con hoy en día donde no es que se penalice, todo lo contrario, parece que se premie y más cuando se es demasiado joven, joven para votar o sacarse el carnet de conducir, pero para nada abortar. Pero al final para no desgastarse fisicamente para el trabajo, decidieron tener el niño, y el niño lo tuvieron. Veríamos si con el dinero que ganarían podrían darle estudios cuando fuera mayor en la universidad de Deusto e incluso podría llegar a mandar en dicha sociedad. Oye, otros hijos de algunas compañeras de profesión han llegado a ocupar altos cargos de la administración de todos y todas. Si les venía listo podría estudiar empresariales como el actual en funciones u optar por meterse clérigo. En fin, todavía era muy pequeño para estos menesteres.

El contacto que tenía lo citó y todo estaba previsto para hacer el viaje. Saldrían al día siguiente temprano, cogerían la autopista y para las 2 en el País Catalán. Bueno, país lo que se dice país igual todavía no, de momento nación, pero tiempo al tiempo, que con los dineros que destinan ciertos políticos de tercera regional a la compra solidaria de lanzas por valor de un “triste” milloncejo de euros tan alegremente hacen patria que no país.

Desde las 5 de la mañana estaba preparado todo el operativo. Tres coches camuflados con dos componentes cada uno, un control a la entrada de la autopista y otro 5 kilómetros más adelante ya en el interior compuesto por dos patrullas de tráfico y otro en loa nacional, por si acaso pillaba la autopista en otro punto. Precauciones las máximas teniendo en cuenta el servicio a realizar.

Metió la cinta en el casette y la voz de Camarón inundó el habitáculo del 124 supermiriafori. Viviré se titulaba. Aunque tiempo después se equivocó. Camarón se murió. Encendió un canuto, le dio un beso a la mujer y miró al bebé que llevaba detrás, y con la misma metió primera dirección a la autopista. Uno de los camuflados 200 metros por delante de él, los otros dos a prudencial distancia. Los tres con las transmisiones abiertas.

.- Buenos días señor, me permite la documentación del vehículo y el permiso de conducción.
.- Como no agente.
.
La documentación del vehículo en regla, la personal también, pero no tenía permiso de conducir. Nunca lo tuvo..
.- Me he dejado el carné de conducir en casa..

El Cos lo desmintió

.- Tendrá que acompañarnos al cuartel.

El paripé salió a las mil maravillas. Llamaron a los estupefacientes como estaba previsto y quedó en manos de ellos, al ser una unidad “superior”.

.- Coño Juan José ¿ cómo tu por aquí ?.
.- Ya ves Rata, que man¨pillao conduciendo sin carné.
.- Bueno no te preocupes que tampoco es para tanto.

Lo llevaron a otra habitación y le pusieron en pelota picada. Nada de las joyas. Llamaron a la señora de la limpieza para que registrara a la mujer y al bebé. Nada de las joyas. Levantaron el coche de arriba a bajo. Nada de las joyas. ¿ Dónde las habrá podido meter ¿. Bueno, servicio perdido. Pero al Rata se le ocurrió que las pudo haber tirado a la cuneta al darse cuenta del control policial. Vuelta a mirar metro a metro los dos kilómetros de acceso a la autopista. Nada de las joyas. No era probable que las hubiera tirado a la cuneta.

En un descuido de quien acompañaba a la pareja y el bebé a las dependencias policiales, la mujer las había tirado a un seto en el interior de las dependencias y casualidades de la vida el Rata encontró al paquete con el montante de las joyas. Felicidades para todos, para todos menos para Juan José que quedó inmediatamente detenido. La mujer y el niño fueron puestos en libertad. No había que hacer sangre, ya tenían lo que querían, las joyas y el detenido. Que por supuesto no las había robado, siempre mantuvo que se las encontró en el contenedor de la basura. Casualidades de la vida, aparecen las joyas en un contenedor y no aparece el cuerpo de una joven en Sevilla.

EL FINAL.-

Las joyas recuperadas fueron valoradas por un joyero imparcial en 8 millones de pesetas. “Ligeramente” inferior a lo sustraído en un principio. Muy ligeramente nada más. Felicitación en la hoja personal, propuesta de medalla para un día muy señalado en el calendario en octubre y una semana de vacaciones para el Sapo y el Rata. Olé.

Ring, ring.

.- Estupefacientes dígame.
.- Buenos días, soy el inspector Carmona de la Brigada de Seguridad Ciudadana de Zaragoza ¿ trabaja ahí don fulano de tal ¿.
.- Sí es un compañero pero en estos momentos no está, ha ido a ver a sus padres a Cullera, salió el domingo en tren y volverá el martes que viene. ¿ Te puedo ayudar en algo ¿
.- Bien, si tienes el teléfono de sus padres dale un toque y dile que el que le robó la maleta en la estación de Zaragoza lo tenemos detenido. Que no se preocupe. Dile por favor que ha aparecido la maleta y hemos recuperado tanto la documentación como la pistola, los efectos personales y los muestrarios con las joyas. Oye, trabaja ahí o es joyero el tío, joder qué mogollón de joyas.
.- Ummm, sí hombre, es que los padres tienen una joyería en Cullera y le habían dejado varias para una exposición.. Todo perfecto
.- Bueno un saludo.
.- Gracias, muchas gracias por la llamada. Un abrazo. Compañero.

El Sapo colgó el teléfono.

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