Lo vivido en el día de ayer ha marcado un punto de inflexión en los, cada vez más, habituales intentos de entrada por la fuerza en una de las dos fronteras sur de España y Europa. Los inmigrantes, bien pertrechados y organizados, han asaltado de forma coordinada y meticulosa una amplia zona del perímetro fronterizo, lo que ha dificultado enormemente la capacidad de respuesta de los guardias civiles allí desplegados.

Además de la coordinación mostrada, el ataque sorprendió por la inusitada violencia empleada por los asaltantes que llegaron a utilizar una radial para cortar el vallado, sprays como lanzallamas y botes con cal viva mezclados con excrementos y orín que arrojaban sin dudarlo contra los agentes que, valientemente, intentaban frenar su avance poniendo en riesgo su salud y su integridad física.

Con todo ello, 22 guardias civiles tuvieron que ser atendidos por heridas de diversa consideración, principalmente abrasiones producidas por el contacto con la cal viva sin que hasta la fecha se haya producido por parte del Gobierno la más mínima condena a los hechos ni trasladado ninguna muestra de apoyo a los heridos.

Este ataque, además, se enmarca dentro de un preocupante debate sobre la intención del Ministerio del Interior de retirar las concertinas de las vallas de Ceuta y Melilla, por lo que los guardias civiles allí destinados se enfrentan al complejo dilema de cumplir con su obligación de proteger la frontera sur de España y Europa, pero cada vez con menos medios y con un Gobierno que parece preocuparse sólo por la opinión pública.

Esta demoscópica forma de gobernar no permite plantear ninguna solución viable al problema de la inmigración en nuestro país, pero desde Unión de Oficiales de la Guardia Civil (UO) podemos trasladar alguna de las necesidades de los Guardias Civiles que prestan servicio en el perímetro fronterizo:

• Más recursos humanos. Los asaltos cada vez son más numerosos y difíciles de contener por su virulencia.

• Mejores recursos materiales para contrarrestar estos ataques. Si no se dispone de material adecuado difícilmente podrán hacer bien su trabajo, máxime cuando los inmigrantes cada vez vienen mejor pertrechados.

• Un marco normativo adecuado, que impida o por lo menos dificulte, que acceder de forma violenta a Ceuta salga gratis, que herir gravemente a un Guardia Civil no suponga el acceso al ansiado “paraíso”.

• Por último, pero quizás más importante, que el Gobierno manifieste de forma taxativa su apoyo a los que protegen nuestra frontera y condene el asalto y los asaltantes.

Si el Gobierno quiere una frontera de puertas abiertas que retire a los guardias civiles allí destinados, de lo contrario que no los deje desamparados.

Unión de Oficiales de la Guardia Civil (UO), quiere felicitar y trasladar todo su apoyo a los guardias civiles que prestan servicio en nuestras dos fronteras sur, que no olvidemos también es frontera exterior de la Unión Europea. Hacen una labor encomiable defendiendo la integridad territorial de nuestro país, a pesar de la escasez de medios, tanto humanos como materiales, y de ser el blanco de ataques de diversas personas u organizaciones, siempre injustificados.

Y para finalizar, solo resta pedir una vez más, DIGNIDAD Y RESPETO A LA GUARDIA CIVIL. Y, por supuesto, lo más importante de todo, desear una rápida y absoluta recuperación a los 22 guardias civiles heridos en el violento asalto a la valla de Ceuta, por centenares de inmigrantes. Nuestros mejores deseos están con ellos y sus familias.

Madrid, 27 de julio de 2018
UNIÓN DE OFICIALES GUARDIA CIVIL PROFESIONAL

Una Asociación de Oficiales para Oficiales