Asistimos ayer a un nuevo episodio incomprendido por el conjunto de los guardias civiles y gran parte de la sociedad española. Nos referimos a la destitución del Coronel Torresano como Jefe de la Comandancia de Melilla, para, atendiendo a supuestas “necesidades de servicio”, destinarlo a la Jefatura de Enseñanza en Madrid; sin haberle dado prácticamente tiempo a deshacer las maletas en Melilla. El Coronel Torresano había pasado destinado a la ciudad autónoma con fecha de publicación en el Boletín Oficial de la Guardia Civil el pasado día 22 de noviembre.

No podemos dejar pasar esta barbaridad e injusticia sin alzar la voz, para poner encima de la mesa la verdad de lo acaecido y hablar alto y claro sin tapujos; debido a que en los últimos tiempos no dejamos de ver cada vez de una manera más frecuente diferentes actuaciones o decisiones desde el nivel político, que no hacen sino vapulear y e intentar quebrar los valores inherentes a nuestro amado Cuerpo de la Guardia Civil.

Nos referimos a valores fundamentales en nuestro Cuerpo, como son la independencia política, la dignidad y profesionalidad de todos y cada uno de los guardias civiles. Precisamente la figura del oficial, en este caso de un Coronel Jefe de Comandancia, debe trasmitir y garantizar dichos valores en todos y cada uno de sus hombres por encima incluso de su carrera militar y/o expectativas profesionales.

No podemos por tanto dejar de reconocer la tristemente breve acción de mando ejercida por el Coronel Torresano en Melilla, pues ha defendido hasta sus últimas consecuencias la honorabilidad de los guardias civiles que prestan servicio en una plaza tan complicada, donde se la juegan a diario. El Coronel no cejó en su empeño por conseguir un protocolo de actuación para los guardias civiles que defienden una de las fronteras exteriores de la UE, como es la valla de Melilla, tratando de que dicho protocolo permitiese actuar penalmente contra aquellas personas que tratasen de acceder ilegalmente al territorio español agrediendo a los guardias civiles que protegen la frontera, y que, en definitiva defienden nuestros derechos fundamentales y nuestra libertad.

Tampoco dio su brazo a torcer nuestro Coronel en relación con la voluntad, claramente política, de sancionar a parte de los guardias civiles que participaron en el salto masivo en la valla de Melilla el pasado día 24 de junio de 2022. Pero su defensa de los guardias civiles le ha pasado factura.

No podemos sino estar eternamente agradecidos al Coronel Torresano, que se ha convertido en un ejemplo a seguir por su defensa, aún a costa de su carrera, de la honorabilidad de los hombres y mujeres a sus órdenes y por ende de la totalidad del Cuerpo de la Guardia Civil.

¡¡¡ A la orden de usía mi Coronel !!  ¡¡ Eternamente agradecidos !!

UNIÓN DE OFICIALES GUARDIA CIVIL PROFESIONAL